LOS ENCINARES DE CHAPINERÍA
EL TERRITORIO DEL ÁGUILA IMPERIAL IBÉRICA
Plano del recorrido
TIPO DE RUTA: Circular. LONGITUD: 8,5 km. DESNIVEL: 125 metros. DIFICULTAD: fácil DURACIÓN APROXIMADA: 3½ horas incluyendo descanso y visita al Centro de Educación Ambiental El ÁguilaEL TERRITORIO DEL ÁGUILA IMPERIAL IBÉRICA
Plano del recorrido
Importante: Llevar prismáticos para la observación de aves
ACCESO DESDE Majadahonda
Distancia desde Majadahonda 45 Km.. Nos dirigiremos a Brunete, bien por el interior hacia Boadilla, para coger hacia Brunete y luego tomar la M-501 hasta Chapinería o tomar la M-50, buscando la salida hacia la M-501 que pasa por Brunete hasta Chapinería
PUNTO DE SALIDA
El punto de salida será el aparcamiento del centro de educación ambiental “El Águila” de Chapinería, para llegar a él, nada mas entrar en Chapinería, coger la calle en cuya esquina esta el Banco Guipuzcoano a la izquierda y hacia la salida del pueblo esta el aparcamiento del Centro de educación ambiental El Águila donde nos dejará el autocar.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
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Salimos del Centro y tras subir sus escaleras o la rampa, giramos a la derecha y caminamos por la calle en dirección norte. Al llegar a un olivo que está a mano derecha nos desviamos por ese camino, que en descenso nos llevará a otro camino mayor y a unas naves. Mientras bajamos en este corto zigzag vemos el pequeño porte de los olivos, pues estamos en una de las zonas más al norte donde crecen. En un primer giro a la izquierda, rodeamos un bloque de granito cubierto de musgo y líquenes. Esto nos indica dos cosas: por un lado, que geológicamente aún estamos en la Sierra y que la zona tiene un aire muy poco o nada contaminado, pues si existe musgo y líquenes quiere decir que no hay contaminación.
Seguimos descendiendo por el olivar hasta toparnos con un camino ancho que cruza el sendero que traíamos a la derecha vemos una gran roca de granito, igual que la que vimos anteriormente pero que a pesar de la aparente consistencia, se desagrega en granos de cuarzo, de feldespato y mica (los tres componentes del granito). Esto es producido por la alteración por hidrólisis del granito.
Seguimos hacia la derecha por este camino ancho, enmarcado por fincas particulares sin cultivar, creando baldíos sociales. Estas fincas están limitadas por cercas de piedra, de cantos de granito, junto con algunos ejemplares de encina a ambos lados de la ruta. Llegamos al arroyo Oncalada es un arroyo estacional, que lleva agua sólo en época de lluvias y que se seca en verano. No tiene la característica vegetación de ribera, sólo zarzas y juncos, producto de la deforestación que se ha producido en la zona. Seguimos por el camino, enmarcados por unos ejemplares bastante grandes de encina, que dan unas buenas bellotas en otoño.
En una curva amplia a la derecha veremos una edificación con un techo de uralita, al lado de unos cantos berroqueños. Es una granja caprina, con un numeroso atajo de ganado. Llegamos a la intersección donde está la granja. Aquí continuamos de frente, dejando a la derecha la granja.
Empezamos un descenso con unas encinas a nuestra izquierda con un porte menor que las anteriores, y a la derecha algún enebro. Estos árboles están esquilmados en sus partes bajas por el voraz apetito de las cabras, uno de los principales agentes deforestadores del mundo. Continuamos el descenso y a mano izquierda van a aparecer fincas de viñedos, y a mano derecha campos incultos.
En un primer momento nos encontramos con un arbusto alto, de más de dos metros, con hojas sencillas y tallos verdes y flexibles, que florece en primavera con una flores amarillas que dan lugar a frutos pequeños, en forma de huevo, y con una sola semilla que queda suelta en su interior al secarse, por lo que al agitarse suena como un pequeño sonajero, es la retama de bolas. Junto a la retama, encontramos otra planta, esta vez más rastrera, es la aulaga, caracterizada por sus espinas, largas y duras, para evitar la desecación. Una y otra son dos grados en la degradación del encinar, pero mientras la retama nitrifica el suelo, es decir, le da nutrientes y puede regenerarse el monte, con la aulaga, la degradación es bastante fuerte y crece en un suelo sin casi humus.
Seguimos el descenso hasta llegar a una zona llana, arenosa, con unas vallas a la izquierda que delimitan parcelas de cultivo. A la derecha, unos grupos de juncos nos informan de un acuífero en esta vaguada, pues en esta zona se retiene agua y es frecuente que quede embarrada en época de lluvias.
A la izquierda, apoyadas en un desnivel del terreno y tras las que hay un muro, aparecen encinas y otros árboles con un porte pequeño, con su tronco cubierto de musgos y las hojas opuestas y ovaladas. Son las cornicabras, un acompañante habitual del encinar mediterráneo. Su fruto es de color rojo y es parecido al anacardo. Se las distingue por el color rojo que adquiere en otoño, que da un gran cromatismo al monótono encinar. También son características las agallas en forma de cuernos de cabra que posee (de ahí el nombre), que se forman en las hojas y las ramas tras la picadura de insectos.
Seguimos avanzando y a la derecha se abre una pista amplia que baja hacia la EDAR.(1 Km.) Seguimos de frente por un camino mucho más estrecho y más frondoso y enmarcado en ambos lados por los muretes de piedra. A la izquierda aparecen encinas, algún enebro pequeñito y otra planta acompañante de los encinares, el torvisco o matapollos. Al llegar a una bifurcación (1,4 Km.)tomando el camino de la derecha y nos vamos a adentrarnos en un inmenso encinar mediterráneo.
Siguiendo hacia nuestra derecha llegaremos a una casa a nuestra izquierda la bordeamos y nos topamos con el arroyo Oncalada (1,9 Km.) que cruzaremos saltando por sus piedras y siguiendo en dirección suroeste subiremos por un camino a la derecha del centro de la vaguada entre el prado de la Lancha y el cerro Agudo (649 m.) hasta llegar al collado, donde el camino sigue, pero nosotros torceremos a la izquierda, que siguiendo el camino perfectamente marcado y algo destrozado por algún todo terreno o tractore nos conducirá después de varias curvas y desviándonos un poquito por un sendero al cerro Agudo (3,3 Km.), donde pararemos 15 minutos para tomar algo y poder contemplar el amplio, frondoso y hermoso territorio del Águila, dominando el hermoso paisaje por el fondo derecha, desde la Almenara y toda la sierra de Guadarrama y por el fondo izquierda la sierra de Gredos con su Almanzor.
Volveremos por el pequeño sendero que nos habíamos desviado, para continuar por el camino que traíamos, que se dirige por una loma con hermosas vistas a ambos lados hasta el punto geodésico de La Marota (618 m.).(4,4 Km.).
Desde este punto seguimos el camino que sale en dirección este, descendiendo hasta un fresno centenario donde cruzamos el arroyo Oncalada (5,3 Km.), siguiendo poco mas (5,4 Km.) para salir a la pista por la casa de la cabra siguiendo por ella hasta llegar a la bifurcación que anteriormente abandonamos (6,8 Km.) y llegar al Centro de Educación Ambiental, tras iidentificar mas todo el entorno del territorio del Águila, con sus encinas, enebros, retamas de bolas, aulagas, cornicabras, torvisco y tanta flora mas....con toda la belleza natural de estos espacios, procurando como siempre que ni la flora ni la fauna que los habita, hayan notado nuestra presencia. Podremos hacer la visita al centro de educación ambiental “El Águila”, gratuita incluido video y conocer los componentes del ecosistema del encinar mediterráneo de la zona, y si tenemos suerte podremos apreciar al rey de estos parajes, el águila imperial ibérica y sus característicos “galones” blancos.
Vista aerea del recorrido que haremos
Las Aves que veremos, si se dejan
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